
Las ventanas de PVC tienen una mayor capacidad de aislamiento térmico en comparación con las de aluminio. El PVC es un material con baja conductividad térmica, lo que significa que no transfiere fácilmente el frío o el calor. Por otro lado, el aluminio es un metal que conduce muy bien el calor, lo que puede resultar en puentes térmicos y una menor eficiencia energética.


Beneficios concretos:
- Ahorro energético: Las ventanas de PVC ayudan a mantener una temperatura estable en el interior de la vivienda, reduciendo la necesidad de calefacción en invierno y aire acondicionado en verano. Esto se traduce en un menor consumo de energía y, por tanto, en ahorro en las facturas de luz y gas.
- Confort: Al evitar que el frío o el calor exterior penetre en la vivienda, se crea un ambiente más confortable en el hogar.
- Reducción de condensación: El PVC es menos propenso a la formación de condensación en comparación con el aluminio, lo que ayuda a prevenir problemas de humedad y moho.
Comparación con aluminio:
- Conductividad térmica: El PVC tiene una conductividad térmica mucho menor que el aluminio, lo que lo hace más eficiente en términos de aislamiento.
- Puentes térmicos: Las ventanas de aluminio suelen requerir rotura de puente térmico (RPT) para mejorar su aislamiento, lo que encarece el producto. En cambio, el PVC ya ofrece un buen aislamiento de forma inherente.